Es enero de 1821. El tratado de armisticio pactado en noviembre de 1820 entre el Libertador Simón Bolívar y el General del ejército realista, Pablo Morillo, es quebrantado con la declaración de Maracaibo como una provincia libre del yugo español.
Tras la noticia, el Padre de la Patria aprovecha la oportunidad y ordena a los generales Rafael Urdaneta y José Francisco Bermúdez realizar una serie de distracciones y movimientos militares por las regiones del occidente y oriente del país, respectivamente, con un único fin: llegar y liberar las zonas tomadas por los españoles, desgastar moral y militarmente al ejército imperial, llegar y tomar el centro del país y evitar que sus tropas llegaran al campo de Carabobo.
El General de División José Francisco Bermúdez acepta la misión encomendada por Bolívar y, el 28 de abril de 1821, emprende su viaje desde Barcelona en dirección a Caracas, acompañado con mil 200 hombres. Por su parte, el Coronel Agustín Armario, asume la responsabilidad de atacar y contener a los realistas que se encuentran ubicados en Cumaná y cuidar la retaguardia de la tropa comandada por Bermúdez.
Bajo un intenso sol y calor, aunado a mucha humedad del característico trópico barloventeño, y a veces por días de lluvia, Bermúdez y sus hombres avanzan sin cesar y con disciplina aquellas largas distancias.
“Barlovento tiene un ambiente tropical húmedo. Esas distracciones militares, llamadas la Diversión de Bermúdez, y que fueron unas de las estrategias establecidas por el Libertador Simón Bolívar para ir apartando a las tropas realistas, se desarrollaron bajo condiciones climáticas inclementes. Por todo el paisaje que ofrece Barlovento, es posible que cada combate se escenificara antes del mediodía. Todos los soldados patriotas se encontraban uniformados a excepción de los esclavizados, quienes, de manera voluntaria, acompañaron a Bermúdez, para acabar con la explotación que padecían por parte de los hacendados. Todos ellos andaban descamisados, muchos estaban descalzos, y sólo portaban armamento lanzas y machetes”, explica el cronista del municipio Páez, licenciado en educación y periodista, Juan Ernesto Gómez.
Es el 7 de mayo cuando la tropa patriota logra atravesar el Río Cúpira. Un cruento enfrentamiento bélico sucede el 8 de mayo, cuando los guerreros pro independencia se encuentran con un numeroso grupo de soldados del batallón Hostalrich del imperio español, al norte de la Laguna de Tacarigua, específicamente, entre Machurucuto y San Ignacio.
“La tropa de Bermúdez sale victoriosa, por lo que toma el pueblo de El Guapo. Allí estaba establecido el batallón Hostalrich, el cual pertenecía a las fuerzas realistas. En ese combate resultan pocas bajas por parte de los comandados por Bermúdez. Es importante destacar que los realistas estaban acantonados en tres sitios de Barlovento, específicamente al norte, en la Laguna de Tacarigua, en un sitio llamado San Ignacio, ubicado cerca de Cúpira. Luego prosigue su marcha y al día siguiente se consigue con el batallón realista acantonado en El Guapo, donde también logra dominar al ejército imperial”, detalla el especialista en crónica e historia local.
Tres días después, el 11 de mayo, Bermúdez y sus subordinados arriban a Caucagua. En el sector se enfrentan nuevamente contra los soldados realistas, específicamente en el sector de Chuspita. Una vez más resulta victorioso.
Dicha región barloventeña es liberada. En el lugar estaba establecido un comandante guatireño llamado José Félix Parra, militar que le concede 16 hombres a su tropa. Además, le da el parte de guerra y le otorga información de la presencia de un numeroso grupo de soldados realistas que lo esperan en Guatire.
Con la moral en alto, Bermúdez y sus mil 200 soldados patriotas emprenden su marcha hacia Guatire, en donde volverán a enfrentarse al ejército enemigo en el Combate de El Rodeo, el 12 de mayo de 1821.
“Como historiador y cronista, en lo particular, fue muy importante la Distracción de Bermúdez para disuadir y distraer al ejército realista que estaba empoderado de todo Barlovento. Es importante mencionar que, para esa época, en nuestro Barlovento, había muchos hacendados cacaoteros que estaban confabulando con sus congéneres españoles, por lo que siempre los apoyaron. Una de las cosas más importantes de estas estrategias militares, es que el Ejército Libertador de Oriente, comandado por el General Bermúdez, fue el que hizo entrar en razón a muchos esclavizados, quienes se encontraban sumisos a sus amos en las haciendas de cacao. Sin embargo, muchos de ellos se unieron a la tropa patriota, hasta llegar a luchar en la Batalla de Carabobo. Falta mucha información que rescatar de estas batallas ocurridas en nuestra tierra, pero estamos trabajando, investigando para recuperar nuestro tesoro histórico, la cual contribuyó con la independencia de Venezuela”, reflexiona Gómez.
Prensa Gobernación de Miranda
Imagen referencial: Batalla de Carabobo, Martín Tovar y Tovar (Detalle)
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